Con su electrizante nuevo single autoproducido, GOHAR no solo eleva el listón, sino que lo supera. Esta pista comienza en 1 y se dispara a 11, brindando un subidón de azúcar sónico que es a partes iguales potencia bruta y caos refinado. Espere gotas pesadas, fuego emocional y el tipo de energía que no pide permiso.
El viaje de GOHAR a la música desafía las expectativas. Nacida y criada en Austria, siguió un camino que muchos considerarían el pináculo del éxito clásico: obtener un título de la Universidad Mozarteum de renombre mundial en Salzburgo y hacerse un nombre como una prometedora cantante de ópera. Su voz estaba entrenada para la grandeza: salas de conciertos, arias, oberturas, perfección. Pero algo no encajaba bien.
La ópera era hermosa. Pero no era de ella.
«Empecé a sentir como si estuviera interpretando la historia de otra persona, una y otra vez», dice. «Necesitaba crear el mío propio».
Así que hizo el movimiento más audaz de su vida: se alejó de todo. Sin agentes, sin orquestas, sin un camino predecible. Solo un pequeño apartamento, un sintetizador de segunda mano y una necesidad ardiente de crear algo que se sintiera real.
A partir de esa modesta configuración, GOHAR aprendió por sí misma a producir música desde cero, dando forma a un sonido que fusiona la delicadeza técnica de la música clásica con la crudeza emocional del R&B moderno, el borde del Alt-Pop y la belleza inquietante de las melodías folclóricas armenias. El resultado es una experiencia que mezcla géneros y que no pide permiso ni validación. Simplemente existe, poderoso, personal y verdadero.
Su música está marcada por la tensión y la ternura, la vulnerabilidad y el control. Armonías exuberantes y ritmos minimalistas envuelven letras que parecen sacadas directamente de su diario. «Estas historias son reales; No hay nada inventado», dice. «Si no me pasó a mí, no puedo cantar sobre ello».
El sonido de GOHAR es difícil de definir, y ese es exactamente el punto. No está interesada en encajar en un molde, perseguir tendencias o fabricar éxitos. Su arte trata sobre la libertad: libertad para mezclar estilos, decir su verdad, desafiar las expectativas y evolucionar en sus propios términos.
Hoy en día, GOHAR no persigue la fama. Persigue la honestidad, la conexión y la innovación sonora. Cada canción que lanza es un capítulo en su historia en evolución, una historia de reinvención, rebelión y resiliencia.
No solo hace música. Está construyendo un mundo donde la vulnerabilidad es poder y el género es irrelevante.