🎶Una instalación artística en Australia utiliza organoides cerebrales cultivados a partir de células del compositor para generar música años después de su fallecimiento.
En un audaz cruce entre arte y ciencia, la instalación «Revivification» en la Galería de Arte de Australia Occidental presenta una obra que desafía los límites de la creatividad y la vida. Utilizando células madre derivadas de la sangre del fallecido compositor Alvin Lucier, se cultivaron organoides cerebrales que, conectados a una red de electrodos, generan señales eléctricas capaces de activar mazos que golpean placas de bronce, produciendo sonidos en tiempo real.
Lucier, conocido por su enfoque experimental en la música, colaboró con un equipo de artistas y científicos antes de su muerte en 2021 para desarrollar este proyecto. El objetivo era explorar la posibilidad de extender la expresión artística más allá de la vida física, utilizando tecnología biológica en lugar de inteligencia artificial convencional.
La instalación no solo produce sonidos, sino que también responde al entorno. Micrófonos captan los ruidos del espacio, que se convierten en señales eléctricas y se retroalimentan a los organoides, creando una interacción dinámica entre la obra y su audiencia.
Este experimento plantea preguntas profundas sobre la naturaleza de la creatividad, la conciencia y la ética de utilizar material biológico humano en el arte. Aunque los organoides no poseen conciencia, su capacidad para generar y responder a estímulos musicales ofrece una nueva perspectiva sobre la autoría y la expresión post mortem.