Mi nombre es Sheterria Heaven Elliott y solo por juzgar un libro por su portada, mucha gente a mi alrededor cree que nací como un ser fuerte, vibrante y seguro de mí mismo. pero la verdad sea dicha, yo era esa niña con albinismo que nunca fue “normal” a los ojos de la sociedad, esa niña que nunca podría ser realmente como sus otras amigas, esa niña que siempre era ignorada por la sociedad… Esa niña que era constantemente acosada por algo que no podía cambiar. Convertirme en las mujeres que ven aquí hoy no fue fácil… Pasé por tantas pruebas y tribulaciones, tantas lágrimas, tantas veces que quise renunciar a la vida… ¡pero no lo hice! Elijo no dejar que las percepciones de belleza de la sociedad me destruyan haciéndome creer que era fea, que nadie me querría y que tenía que “lucir” como cualquier otra chica para ser hermosa. No pudieron impedir que me convirtiera en la joven que soy hoy. Me han llamado todos los nombres del libro, desde feo hasta fantasma, enfermo, vaquilla de ojos temblorosos e incluso peor. A la tierna edad de 4 años en Pre-K, los estudiantes mayores me han arrojado comida físicamente, mis compañeros me han dicho que mi familia no era mi familia, luché con la ansiedad de nunca poder ser lo suficientemente “bonita” como para atraer a los niños en la escuela secundaria. En 8º grado había experimentado una situación muy mala que involucraba acoso cibernético, un compañero de clase mío decidió tomar una foto de mi cabello rizado dorado y rizado mientras estaba en clase y publicó las fotos en todas las redes sociales llamándome “Ramen Noodle Head”, por supuesto, todos los demás intervinieron después con sus bromas y comentarios despectivos. Durante ese punto bajo de mi vida, decidí que ya no iba a sentarme y ser solo otra “Víctima”. Me levanté con la ayuda de mis padres, la Dra. Dorothy Bendross Mendingol, el representante Reggie Fullwood y el senador Dwight Bullard, y fuimos al congreso en Tallahassee para abogar para que ningún otro niño tuviera que sentarse allí en silencio y experimentar el dolor por el que pasé en vano. Después de trabajar arduamente para garantizar que la ignorancia ya no se tome como una broma, mi proyecto de ley de acoso cibernético, la Ley Imagine Sheterria Elliott, fue aprobada por unanimidad a través del panel, ¡y en ese mismo momento nació el proyecto de ley del Senado 626! Mi proyecto de ley asegura que cualquier estudiante que publique/acose cibernéticamente a cualquier estudiante del sistema escolar estará sujeto a eliminar la publicación y será reprendido por la autoridad. En mi caso no tuve tanta suerte de contar con esa ayuda… Nadie pudo obligar a mi compañero de clase a quitar las fotos porque en ese momento no había nada que el sistema escolar pudiera hacer al respecto. Pero ahora tengo la bendición de poder ayudar a los demás, en el noveno grado todavía me enfrentaba al acoso debido a que acababa de entrar a la escuela secundaria, pero no dejé que eso definiera quién era y quién soy. Con el tiempo crecí, pero no fue fácil y me quitó mucho mental, física y emocionalmente. ¡Quería rendirme! Finalmente me di cuenta en el undécimo grado de que no importaba cuánto amor recibiera en casa… no importaba cuántas veces mi familia me dijera que era hermosa… no importaba cuántas veces mi madre, a quien desesperadamente quería “MIRAR”, me dijo que “me amara a mí misma”… No pude amarme verdaderamente a mí misma y llegar a ser quien soy hoy hasta que estuve lista para salir de ese marco mental, hasta que pude darme cuenta de que no soy como los demás y que está bien. ¡Es genial! ¡Es tan atractivo! Mi mamá tiene una serie de libros sobre mí que educanEs un niño pequeño y un adulto sobre el albinismo y las diferencias, solo para poder ser un defensor del acoso escolar y educar a otros sobre el albinismo es tan genial para mí. Tengo una hermanita con albinismo y me niego a dejarla pasar por lo que yo tuve que pasar, ella siempre podrá mirarme como motivación y ver que soy la rosa que crece del hormigón…. ¡Ella será genial! Un hombre ignorante en @thebreakfastclub dijo una vez: “¿A dónde van los albinos después de la escuela secundaria?” Nunca los olvidaré riendo y bromeando sobre las personas con albinismo en una plataforma tan grande. Lloré porque SEGUIMOS SIENDO SERES HUMANOS CON SENTIMIENTOS. Me enfureció mucho. Bueno, mi respuesta a su absurda pregunta es… ¡Seguimos rompiendo barreras! ¡Conquistamos! ¡Aseguramos la bolsa! ¡Tenemos éxito! Así que la próxima vez que mires a alguien tan único como nosotros… solo recuerda que las diferencias hacen que el mundo gire, ¡y yo elijo abrazar el mío! Esta es la piel en la que estoy, y elijo vivir en ella.